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Gov.uk: el sitio que les escribe claro a los ingleses

Si trabajaras generando contenidos para el sitio web del gobierno inglés, posiblemente te sorprenderías con algunos de los verbos que tendrías prohibidos.

Por ejemplo, colaborar. En Gov.uk no se colabora, se trabaja con. Ni tampoco se facilita; las cosas se hacen o no se hacen. Ni siquiera se dialoga: se habla. Y así con una larga lista que incluye impactar, focalizar o entregar (to deliver, salvo que sean pizzas, aclaran con ironía en este último caso).  


Gov.uk –un favorito de esta consultora, como les consta a clientes y alumnos– es quizás uno de los mejores ejemplos de escritura institucional contemporánea. Y no solo por su defensa enfática de una prosa llana, sino por su arquitectura y el principio que la rige: responder siempre, lo más rápido posible, a las necesidades de sus visitantes. “Todas las partes del diseño y la arquitectura, y toda pieza de contenido publicado, debe responder a una necesidad válida de los usuarios. La gente visita Gov.uk para resolver una tarea puntual, tal como conseguir una licencia de conducir o saber dónde vota”, explica el propio sitio.  

Lo cierto es que el diseño general del sitio, que presenta un aspecto en el que predomina el fondo blanco y el texto, bien en sintonía con lo que históricamente pregonó Jakob Nielsen, le ha valido en 2013 el premio más importante de diseño de Gran Bretaña y haber superado recientemente la cifra de 2 mil millones de visitas desde su lanzamiento en 2012. En la actualidad, el sitio, en permanente actualización, continúa con su objetivo de centralizar todos los servicios estatales: ya está en la etapa de abastecer a públicos profesionales y de especialistas.

En la Argentina, también es posible encontrar ejemplos gubernamentales que responden a estos principios. A mí me gustan especialmente los sitios de Desarrollo Social –en cuyo rediseño tuvimos la suerte de trabajar el año pasado–, del Anses o el del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Todos ellos procuran hacerles la vida fácil a sus visitantes, para lo cual, por supuesto, es esencial hablarles del modo más claro posible.    

Un video para mejorar nuestras ideas

Es cierto que para escribir no hay recetas infalibles, pero sí hay consejos o pasos que podemos tener en cuenta. Uno de estos es buscar buenas ideas que sustenten la información que queremos trasmitir.

¿Cómo se consiguen esas buenas ideas? La universidad canadiense Langara College y Rethink, una agencia de publicidad independiente, resumen en este video algunas recomendaciones para ello:

1.    No tengas miedo de empezar
2.    Cometé errores
3.    Recordá: las grandes ideas comienzan pequeñas
4.    Si la idea no está funcionando, seguí adelante
5.    Cambiá el escenario
6.    Cumplí las reglas, para después romperlas
7.    Pausá por un minuto y revisá las antiguas ideas
8.    Tené en cuenta: la solución está en el problema
9.    No pierdas el foco
10.  Cuestionalo todo
11.  Evitá rellenar



La pieza –que, además, es de esos videos que combinan creativamente escritura e imagen, como nos gusta a nosotros– se filmó para convocar a diseñadores y directores de arte a participar de una beca que otorgan la  la universidad y la agencia. Acá pueden ver el video que hicieron en 2010 y acá, el de 2009.

Renovamos el porfolio en nuestro sitio web: adurizescritura.com.ar


Luego de años sin tocarlo, en Adúriz Escritura actualizamos nuestro porfolio. El nuevo catálogo permite echar un vistazo a las principales piezas que hemos desarrollado en el último tiempo: revistas, sitios web, intranets, brochures, libros institucionales, memorias y reportes, entre otras.

Como antes, acompañamos las imágenes del porfolio con breves descripciones. Estas intentan reflejar el rol que las piezas desempeñaron en las estrategias de comunicación de las que formaron parte. Sea que hayamos sido los responsables de esas estrategias o simplemente los ejecutores, que hayamos trabajado solos o en asociación con otros, siempre pretendimos que nuestros productos trasciendan las situaciones puntuales de comunicación, y testimonien culturas, identidades, modos de ser.

En la semana iremos subiendo alguno de los trabajos en Facebook, para que puedan dejarnos su opinión, algo que nos encantaría recibir.

Los esperamos.


sitios Intra 3 libros revistas

Un pantallazo por la historia de la escritura


Para el V Congreso Internacional de Tipografía de Valencia, la gente de monográfica.org desarrolló un video muy entretenido y dinámico, que ellos dieron en llamar Historia de la Tipografía, pero que también describe los cambios más importantes en la historia de la escritura, la lectura y sus soportes.

Mírenlo y nos cuentan qué opinan.



Historia de la Tipografía from Monográfica.org on Vimeo.

Dime cómo eres y te diré cuál es tu tipografía


En los ratos libres, por acá nos gusta divertirnos con las curiosidades que la web nos ofrece. Ya alguna vez jugamos a diferenciar las tipografías y los quesos solamente recurriendo a sus nombres.

Hoy nos entretuvimos con una propuesta de Pentagram. Esta agencia de diseño (de la que pueden leer algo más aquí), ha creado un sitio en el que, solamente contestando cuatro preguntas acerca de su carácter, cualquiera puede averiguar qué tipografía se corresponde consigo, verla y conocer su historia.

Si bien parece sencillo, el juego tiene un sustento teórico. En su página web, Pentagram cuenta que la investigación para desarrollarlo llevó más de siete años de investigación de 23 académicos, que trabajaron relacionando las tipografías con las diferentes personalidades.

Arquitectura de la información: un ejemplo de la agencia de diseño Pentagram

Cuando en el mundo del diseño editorial de revistas parece estar todo inventado, siempre aparece alguien con alguna propuesta innovadora o, al menos, refrescante.

Ese parece ser el caso de Pentagram, la afamada agencia de diseño internacional, responsable de la renovación del diseño la revista Times y de la identidad de marca de la editorial Penguin, entre muchos otros.

Fíjense lo que hicieron con la revista de jardinería y decoración Better Homes and Gardens, la tercera en circulación en Estados Unidos con más de 39 millones de lectores. Con un nuevo diseño, consiguieron darle un aspecto fresco y renovado, y a la vez conservar la identidad de revista popular y tradicional.

El fenómeno de la revista Orsai: ¿cada cosa en su lugar?




Desde hace unos días está circulando el primer número de Orsai, la revista de Hernán Casciari. Una revista cultural de artículos largos que prescinde de publicidad, de subsidios y, tal como señalan sus responsables, de todo otro intermediario. Son 208 páginas de ilustraciones y texto. Puro contenido.

Con estos ingredientes, a contramano de la lógica imperante, su aparición se ha convertido en algo así como un fenómeno editorial. A pesar de que la revista puede bajarse íntegramente en PDF y de que, como dijimos, se solventa únicamente con la venta de ejemplares, la revista agotó su primer número y va en camino de hacer lo propio con el segundo, que aparecerá en abril. Además, reflejo del ruido que armó su salida, etiquetas como #orsai o #revistaorsai arden en twitter y grupos como como Yo compré una revista Orsai empiezan a aparecer en Facebook.

Como verán, la revista tiene varios aspectos interesantes (acá y acá pueden leer los primeros análisis sobre ella). Una de las que a mí más me gusta es el modo en que Casciari y su gente entendieron dónde iba cada cosa. El contenido de fondo, en papel; otro contenido más complementario, en sus blogs; el ida y vuelta con sus lectores, en las redes, etc. No pretendieron que sus articulistas condensaran sus ideas en los pocos párrafos que habilita una lectura en pantalla, sino que cada uno contó con sus 5 o 6 páginas. Pero tampoco se quedaron en el mundo impreso, sino que aprovecharon las redes sociales para contar, anticipar y comentar. Apostaron a que el éxito de la publicación se sostendría tanto en la calidad de sus contenidos —escriben y, con ganas, Mairal, Iglesias Illa, Carolina Aguirre, por nombrar a los más conocidos en la Argentina— como en su capacidad de generar una comunidad alrededor de ellos.
Se me ocurre al paso, que una analogía posible de este fenómeno pueda ser el resurgimiento del vinilo en la industria musical: los discos, con sus artes de tapa y su buena calidad de sonido, son hoy el formato preferido de quienes entienden que hay una pérdida de información, una experiencia de menor calidad, si meramente se descargan canciones de la Web. Así, mientras el CD desparece, la venta de vinillos y las descargas crecen. Sin ir más lejos, en su editorial Casciari apela a los atributos sensoriales de su objeto -su olor, la sensación de pasar sus páginas con los dedos- como los diferenciales que convocarán a sus lectores.
¿Nostalgia de una época que se va? ¿Lucidez para articular la compleja comunicación de los tiempos que vivimos? Difícil decirlo, pero mientras se va develando la incógnita a mi seguramente me encuentra leyendo el número 2.



Borges en las nubes

Hace poco descubrí wordle.net una página que ha hecho un arte de las nubes de texto. Literalmente. Con un mecánica muy simple, es posible introducir un texto, una dirección URL o un nombre de usuario y ¡paf! uno tiene varios diseños de nubes de palabras para elegir.

Acá tienen algunos ejemplos:

El jardín de los senderos que se bifurcan.


El Aleph.


Este blog.

Mi página de Delicious (vi bastante bien reflejado mi universo de intereses, a pesar de que no la uso muy intensamente).


Finalmente, probé con algunas poesías que me gustan pero en ningún caso el desorden de palabras fue más atractivo que el orden original.

Un libro de tipografías y un blog de libros bellos


Esto es algo así como una excusa para recomendar un lugar de objetos lindos. Se trata de Books By It's Cover, un blog de Julia Rothman que reseña libros que se destacan por la belleza de su diseño. Puntulamente, en estos días se ocupa de uno de tipografías Type: A Visual History of Typefaces and Graphic Styles, Vol. 1.

Disfruten.


Relanzamos el newsletter interno de La Mercantil

Después de dos años, rediseñamos el Informate, el newsletter interno de La Mercantil.

La principal novedad, dentro de lo que el formato permite, es que lo dotamos de mayor interactividad. Cada edición ofrece a los lectores una encuesta y la posibilidad de comentar las notas.

Y en lo que se refiere al diseño, tratamos de establecer una continuidad entre la versión anterior -más blanda y dominada casi exclusivamente por temáticas de RRHH- a la actual que intenta reflejar toda la actividad de la compañía, incluida su actividad comercial.

Luego del primer número y si se mide por el entusiasmo para contestar la encuesta y opinar sobre las notas, la respuesta ha sido excelente.

El diseño y las fotos de AE

Ultima vez que menciono la renovación del sitio de la consultora. Pero como todavía cae algún que otro elogio al diseño y a la fotografía, quisiera nombrar a los resposnables, ambos colaboradores habituales.

El diseño estuvo a cargo de Gustavo Silber: creo que mucha de la claridad del sitio y de su trabajo en general está relacionado por el lugar en dónde vive.
Toda la fotografía es de Soledad Lazcano, alguien que también es diseñadora, pero sobre todo amiga desde hace mucho tiempo. (La imagen de este post es suya y está tomada en París hace más de diez años.)



¿Nombre de queso o de tipografía?

Alguna vez escribimos sobre los redactores y sus preferencias sobre ciertas tipografías. Arial, Frutiger o Times, cada uno tiene su favorita. Pero sea cual fuere, las elecciones suelen reducirse a unas pocas, siempre las mismas.

Pero la oferta para elegir es grande. Tanto, que contra lo que uno creería, ni siquiera es fácil reconocer las tipografías por el nombre.

Un buen ejercicio para confirmar este supuesto desconocimiento, es distinguir entre quesos y tipografías. Entren acá y hagan la prueba: si eligen correctamente la mitad de las opciones, considérense expertos en uno de los dos temas.

¿Qué tipografía usás para escribir?

La Helvética cumplió 50 años y hay revuelo alrededor de las tipografías. Les hacen exposiciones. Los diseñadores eligen sus favoritas. El serif divide aguas: ¿Con o sin?

Los escritores, tan proclives a aferrarnos de cualquier cosa que haga avanzar nuestra escritura —un teclado determinado, un modo de presentar la hoja en el procesador de palabras, un escritorio especial— también tenemos nuestras preferencias cuando se trata de elegir de un tipo de letra.

Por acá, sin pensarlo mucho andamos entre la Verdana del sitio, la Arial de nuestras plantillas de Word y cuando nos ponemos nostálgicos, la Courier y su aire de máquina de escribir.

Y por ahí…¿qué tipografía usan?

Un texto dice más que mil imágenes

Ya comienzan a estar listos los primeros resultados del último estudio de eyetracking de Poynter Institute, la célebre escuela de periodistas de Florida. Este estudio, que examinó el recorrido de la mirada de 600 lectores sobre medios editoriales y digitales, tiene un par de novedades interesantes.

La primera es que se lee más de lo que se cree. Y la segunda es que los lectores de Internet leen más —y más profundamente— que sus pares de la gráfica. Efectivamente, el 75 por ciento de los internautas termina de leer el texto que elige. En los medios tradicionales, en cambio, sólo lo hace el 60 por ciento. Una noticia que pone en contexto la lectura escaneada de la web, tan citada por los especialistas.

Además, el estudio de Poynter confirma la importancia de los títulos para atrapar a los lectores. Cuanto más grandes, mejor. Unos años atrás, investigaciones similares habían confirmado que el título era el primer lugar donde los lectores depositaban su mirada y que los textos, en general y en una proporción de casi el 80 por ciento, eran elegidos antes que la imagen.

En fin, todos argumentos que encantarán a la Chica Letra en su disputa con los Bilborders, sus diseñadores gráficos iletrados. Para equilibrar un poco las cosas acá va un lindo ejemplo de un diseñador gráfico amigo de las palabras, el francés Antoine Bardou-Jacquet.