¿Qué pasa con el gerundio?

Hace poco, en la consultora estuvimos editando unos textos de una de las empresas con las que trabajamos. Entre los aspectos que corregimos, había uno que predominaba sobre los demás: el uso incorrecto del gerundio. Cada dos o tres párrafos, este verboide aparecía en lugares inesperados, en frases como “Profundizamos los cambios, cerrando el ejercicio con resultados positivos”, “Ofrecimos cinco cursos de capacitación alcanzando todas las áreas de la empresa” y “Los precios aumentaron, descendiendo luego una vez más”.

Estas oraciones, que así escritas se hacen innecesariamente largas, son todas reemplazables por otras más sencillas (y correctas): “Profundizamos los cambios y así cerramos el ejercicio con resultados positivos”, “Ofrecimos cinco cursos de capacitación para alcanzar todas las áreas de la empresa” y “Los precios aumentaron pero luego descendieron una vez más”.

Entonces, ¿qué pasa con el gerundio? ¿Hay que dejarlo de lado, tal como propuso hace unos años el entonces gobernador de Brasilia, cuando decidió prohibírselo a los empleados públicos del distrito? No, no hace falta llegar a estos extremos, sino sólo aprender a emplearlo bien o, en su defecto, saber cuándo no se puede usar.

En su libro “Escribir en Español”, María Marta García Negroni explica que el uso del gerundio es incorrecto cuando:

- expresa la consecuencia o la finalidad de la acción del verbo principal, como en las dos primeras oraciones de nuestro ejemplo. (En este punto hay ciertas discrepancias. Algunos especialistas sí aceptan este uso pero el criterio general es que no. Más información aquí.)
- expresa una acción posterior a la del verbo principal, tal como la última oración que usamos de ejemplo.
- modifica a un nombre, un objeto indirecto o un circunstancial. Ejemplos: “Le dejé una nota diciéndole que llegaría tarde” en lugar de “Le deje una nota en la que decía que llegaría tarde”. O “Le hablaba a un niño pidiendo limosna” en vez del correcto “Le hablaba a un niño que pedía limosna”.

Por supuesto, el gerundio es parte de la lengua castellana y, como tal, una herramienta más para expresarnos. Así que, ya cerrando el tema, no está de más continuar aprendiendo acerca del uso correcto del gerundio acá y acá . ¿Nuestra recomendación? Seguir empleándolo porque practicando es como más se aprende.

2 comentarios:

  1. Decir El Amó no significa que aun está amado,La oración DIOS AMÓ AL MUNDO ES INCORRECTO, SINO QUE LO CORRECTO ES DIOS ESTÁ AMANDO EL MUNDO

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  2. Decir El Amó no significa que aun está amado,La oración DIOS AMÓ AL MUNDO ES INCORRECTO, SINO QUE LO CORRECTO ES DIOS ESTÁ AMANDO EL MUNDO

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