Cursiva, ¿cuándo usarla?
La famosa cursiva, también conocida como bastardilla o itálica, aparece en los textos para destacar una palabra, frase u oración. A continuación, sin repetir y sin soplar, los casos en los que –según la página de la Wikilengua recomendada por la Fundéu– se usa la cursiva.
- Cuando se aclara la nomenclatura científica de animales y plantas: Margarita, Leucanthemum vulgare y León, Panthera leo.
- En los casos en los que el lenguaje se explica a sí mismo (metalenguaje): El verbo amar pertenece a la primera conjugación. (En la introducción de este post tienen otro ejemplo).
- Si se incorporan extranjerismos con su ortografía original: Los programas de televisión dependen del rating.
Al respecto, García Negroni aclara que los latinismos aceptados por la RAE van en redonda: quórum, statu quo, réquiem
Pueden leer más acerca de los extranjerismos en nuestra lengua, en este post.
- Ante apodos o alias de personas, cuando van acompañados del nombre real (si no van en redonda): Esteban Cuchu Cambiasso pero Cuchu Cambiasso. Juan Ramón la Bruja Verón pero La Bruja Verón. Si el sobrenombre está detrás del nombre va entre comas: Ernesto Guevara, el Che.
- Para nombrar títulos de libros y nombres de obras de arte (piezas musicales, pinturas, películas, etc.): Estuve leyendo El Quijote el último fin de semana. Siempre escucho la 9na. sinfonía de Beethoven para relajarme. En el museo exhiben Juanito durmiendo, de Berni.
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