Tu estilo, ¿al de qué escritor se parece?

No parece algo muy serio, pero no deja de ser divertido. ¿Quieren saber a quien se parecen escribiendo? Entren acá.

Según los resultados, el texto central de http://www.adurizescritura.com.ar/ fue escrito en el estilo de Nabokov y el post anterior a éste, en el de Mark Twain.

Un libro de tipografías y un blog de libros bellos


Esto es algo así como una excusa para recomendar un lugar de objetos lindos. Se trata de Books By It's Cover, un blog de Julia Rothman que reseña libros que se destacan por la belleza de su diseño. Puntulamente, en estos días se ocupa de uno de tipografías Type: A Visual History of Typefaces and Graphic Styles, Vol. 1.

Disfruten.


Con su blog de corresponsales, el Santander Río se mete en el futuro de la comunicación interna


A finales del año pasado y a principios de éste participamos bien de cerca en la puesta en marcha de un blog interno del Santander Río. La experiencia, desarrollada junto a la gente de Comunicación Interna, resultó muy valiosa: pudimos poner en práctica muchas de las ideas e intenciones que habíamos venido desarrollando en los últimos tiempos. Y, como yapa, comenzar a entrever cuál puede llegar a ser nuestro rol futuro como proveedores de contenidos de empresas y otras organizaciones.



En este caso, el blog fue originalmente pensado como un espacio de encuentro para una comunidad interna del banco, los corresponsales. Como su nombre lo sugiere, los corresponsales de Santander Río son empleados de sucursales y otras áreas del banco que además de ejecutar sus tareas habituales, comunican. En esta definición general puede estar incluido algo sencillo como pegar un afiche enviado desde casa central o algo más complejo como ayudar a coordinar a su jefe algún evento en el área.

Desperdigados por todo lugar donde el Santander Río está presente -es decir, a lo largo y ancho del país-, los 300 corresponsales tendían previamente a ver su rol de un modo limitado. Básicamente, como ejecutantes pasivos de las acciones que venían del área central, sin tampoco demasiada conciencia de que existieran otros personas desarrollando tareas similares en el banco.

Justamente, el blog ayudó a proveerlos de una identidad comunitaria y favoreció que se vieran a si mismos- uno de los principales objetivos de la nueva herramienta- como transmisores de la cultura organizacional, y como empleados especializados que comparten conocimiento y buenas prácticas.

Hasta ahora la experiencia ha superado las expectativas de arranque. El blog rebosa de comentarios, presentaciones espontáneas y ha cumplido con su rol de apuntalar una comunidad de trabajo. Los miembros no sólo sienten prestigiado su rol, sino que ejecutan sus tareas más fluidamente.

¿Cual es nuestra participación? Ha sido de dos tipos, fundamentalmente.

Por un lado desarrollamos contenidos que fortalecen sus competencias comunicativas: subimos, por ejemplo, consejos para escribir textos breves, ilustrar fotográficamente un evento o titular con gracia.

Y por otro, desarrollamos contenidos varios para ayudar a comprender y fortalecer el nuevo rol: desde consignas para que la gente exprese sus preferencias a la hora de comunicar hasta rastrear historias de corresponsales alejados geográficamente pero cerca por gustos y tareas comunes.

En cualquier caso, los comunicadores del banco, los corresponsales y nosotros resultamos todos integrados en una experiencia más que interesante. La gestión de las empresas futuras va a necesitar de personas que manejen información con una naturalidad que hoy parece reservada a los especialistas. Es reconfortante participar de los primeros anticipos de eso.

Una buena lista de consejos


No soy muy amigo de los decálogos de consejos: en escritura, al menos, suelen reducir cuestiones que generalmente son más complejas.
Pero acá encontré uno que me gusta: 10 reglas de escritura que no podés romper...y cómo romperlas. Me gusta, justamente, porque pone en evidencia que las cosas nunca son muy lineales.

Acá van un par de ejemplos.

-Usá palabras de todos los días, pero también palabras grandiosas. (No vayas por ahí haciendo búsquedas en el diccionario, pero cuando se te aparezca una buena palabra grande, usala.)

-Escribí títulos excitantes, pero no firmes cheques que no puedas pagar. (En el original, Don’t Write Checks Your Butt Can’t Cash. )

Curiosamente, o no tanto, el autor de la lista es el responsable del blog On Violence, Eric Cummings, que junto con su hermano asumen posturas distintas frente al tema: uno es pacifista y el otro es un soldado.

Para antecedentes ilustres de listados dilemáticos, siempre se puede, por supuesto, recurrir al que escribió un argentino.

Prestá atención a los géneros que escribís

A mediados de diciembre estuve dictando un taller de webwriting en la Maestría de Comunicación de la UCES. El taller, que era optativo, tuvo un concurrencia de alrededor de 20 comunicadores de distintas procedencias y prácticas laborales: gente del periodismo, marketing, diseño, tanto del ámbito privado como del público.

Una gran parte del taller estuvo dedicada, lisa y llanamente, a escribir posts. Y algo que reveló esa practica fue como cada post denunciaba el género que cada especialista manejaba con más frecuencia. Si, por ejemplo, la persona era un comunicador externo de empresas iba a tender a estructurar su post como una gacetilla de prensa y a dotarlo de un tono neutro e informativo. Si, por el contrario, se especializaba en comunicación interna, probablemente lo iba a dotar de ese tono arengoso que caracteriza a muchos de los comunicados internos locales. Y así con artículos, avisos, ¡cartas! o el tipo de texto que el comunicador escribiera con más habitualidad.

Más allá de cuáles sean las características de un post en tanto genero textual -acá, acá y acá pueden encontrar reflexiones al respecto-, lo que me pareció interesante de la experiencia fue comprobar qué tanto nuestra escritura puede estar reducida por el manejo de aquellos géneros en los que nos sentimos más seguros.

Estar advertidos de este fenómeno, creo, puede ayudarnos a construir un perfil de escritor más versátil, capaz de circular más fluidamente por estructuras y formas textuales diversas. Y a la vez, puede ofrecernos una clave de cómo abordar un tipo de texto desconocido: sea que estemos frente a un cuento o a un instructivo empresario, una de las tareas que nos facilitará el aprendizaje es descubrir cuales son sus características comunes.

Relanzamos el newsletter interno de La Mercantil

Después de dos años, rediseñamos el Informate, el newsletter interno de La Mercantil.

La principal novedad, dentro de lo que el formato permite, es que lo dotamos de mayor interactividad. Cada edición ofrece a los lectores una encuesta y la posibilidad de comentar las notas.

Y en lo que se refiere al diseño, tratamos de establecer una continuidad entre la versión anterior -más blanda y dominada casi exclusivamente por temáticas de RRHH- a la actual que intenta reflejar toda la actividad de la compañía, incluida su actividad comercial.

Luego del primer número y si se mide por el entusiasmo para contestar la encuesta y opinar sobre las notas, la respuesta ha sido excelente.

En marcha

El tiempo pasa rápido. Este post estaba pensado para los primeros días de enero, pero un par de cosas que conspiraron para que saliera en esa época

Por supuesto, el trabajo. El final de 2009, además de la actividad estacional -en nuestro caso, el trabajo con la redacción de memorias y balances- coincidió con la renovación y el lanzamiento de publicaciones y proyectos de nuestros clientes. Entre ellos, una revista mensual interna y digital y un blog para corresponsales para el Santander Río, y un newsletter mensual para La Mercantil. De ellos, nos iremos ocupando en el transcurso de los días.
Y a todo eso se sumaron cambios en el plantel de la consultora. Tuvimos salidas e incorporaciones que apenas tengamos tiempo reflejaremos en nuestro sitio.
Un comienzo de año movido, como verán.